La Prosa y el Teatro del Siglo XV
Prosa:
La prosa castellana en el siglo XV, no rompe con su pasado, sino todo lo contrario, lo desarrolla y enriquece. Continúan los géneros como crónicas y compilaciones de exempla, a la vez que aparecen otros, dando un origen mucho más variado a la prosa.
Normalmente las crónicas están dedicadas exclusivamente a un rey u otro personaje importante.
Además se desarrollan las autobiografias.
En el siglo XV, todas estas manifestaciones literarias llegan a un punto de madurez creadora, debido al alto grado de cultivo artístico, la complejidad de los grupos genéricos y la ampliación de los públicos. Esto nos lleva a cladificarlas en:
· Prosa referente a hechos reales:
Género epistolar → considerado como el menos artístico y el más cercano a la lengua coloquial. Llegó a ser una modalidad básica en la organización de la elocuencia. Por ejemplo, la maestría de las cartas de Cicerón; y las de Séneca, que plantean problemas humanos.
Libros de viajes → El gran siglo de los viajes fue el XV.
Esta prosa todavía se vale de la armadura sintáctica de los relatos y sucesos menores, el autor cuenta lo que va viendo en los largos viajes por tierras ajenas del mundo cristiano.
Los viajeros tenían un conocimiento más práctico que teórico. Les interesaba saber lo que tenían que hacer en cada uno de los lugares por los que pasaban, es decir, la dirección y camino que debían seguir.
En el siglo XV la geografía empezó a ser más exacta, gracias a los progresos en navegación y exploración marítima, y al conocimiento de la obra astronómica árabe y la recuperación de la obra geográfica de Ptolomeo.
El autor no tenía por qué ser fiel a la hora de describir el lugar en el que se encontraba, ya que la gente no se preocupaba de establecer grandes diferencias entre verdad y ficción, porque les importaba el carácter literario.
También había escritores que hicieron relatos de viajeros sin moverse de su mesa, y contaron un viaje que habían sacado de su imaginación. El objetivo era hacer una síntesis de los conocimientos geográficos.
El que contasen todo lo que veían, hace que en los libros de viajes puedas encontrar tanto historia, como geografía, leyenda, etc.
Rasgos principales:
· El itinerario que constituye la urdimbre.
· El orden cronológico utilizado.
· El orden espacial.
Los relatos típicos son la Embajada a Tamorlán de Ruy González de Clavijo, con un estilo suelto y descuidado, pero animado. Y las Andanzas y viajes por diversas partes del mundo habidos de Pero Tafur, con comentarios ingeniosos.
· Prosa didáctica:
La prosa escrita en lengua vernácula es más apreciada dentro de la teoria medieval de los estilos. El escritor en la lengua vernácula aspira al estilo elevado mediante el esfuerzo de los procedimientos retóricos, el tratamiento de asuntos nobles y el apoyo de la maestría de los antiguos.
Escritores:
Enrique de Villena, precoz en el trabajo intelectual, gustador de los placeres del cuerpo y el espíritu, careció de elevada dignidad varonil. Su figura tomó un siniestro colorido en su época debido a su afición por las artes adivinatorias y las ciencias ocultas. Debido a su fama de brujo, cuando murió mandaron quemar sus libros, pero nos dejó uno muy interesante para las costumbres de la época: el Tractado del arte de cortar del cuchillo. También tradujo la Divina Comedia.
Los Tesoros o libros enciclopédicos alcanzan la condición de obras extensas. Son muy didácticasm expuestas en un arte literario maduro en el que ejerce plenamente su función la expresión alegórica. En el siglo XV hay muchas obras de carácter político.
La obra que mejor junta estas diferentes especies de didactismo enciclopédico medieval es la Visión detectable de la filosofía y artes liberales, metafísica y filosofía moral (1440) de Alfonso de la Torre.
Conservando el fondo religioso medieval y sus raíces, adoptan un carácter más profano. Esta prosa moralizante, desarrolló una abundante literatura sobre manuales de consejos para bien vivir y para bien morir, en los que hay muchas citas bíblicas y sus comentarios de maner aprovechable para lectores profanos.
· Prosa de ficción:
- Novela idealista:
La novella: La vía de los cuantos culminó en el Conde Lucanor. Igualmente el viejo patrón narrativo que articulaba los ejemplos siguió en obras del siglo XV.
Su base es el tratamiento de la materia de ficción desde los cuentos; entra la clase social de los caballeros y tratan sobre amor y aventura. Después empiezan a intervenir burgueses, habitantes de las ciudades, campesinos, frailes y hombres de Iglesia; los lectores pueden reconocer un reflejo de la realidad social. El fin sustancial de la novella es entretener.
Los libros de caballerías: La novela de caballerías trata sobre el ideal caballeresco de la aventura. El caballero se siente inspirado por el amor y el heroismo individual. El héroe caballeresco se lanza a la aventura solo por su propia satisfacción o el enamorado servicio hacia su dama. Las novelas caballerescas suceden en lugares muy variados e incluso imaginarios.
Tenían un caballero andante, quien se encaramaba al heroismo y la fidelidad amorosa, defensor de la justícia y los oprimidos, y afrontaba las aventuras contra personajes fantásticos.
El amor hacia su dama era ideal, el le ofrecía a ella la gloria de sus hazañas y rendía el tributo de su amor. Este era el denominado amor cortés.
Se mezcla el mundo heroico y el lírico. El protagonista es invencible, caballeresco y noble, pero sus aventuras están en un ambiente de idealismo sentimental.
En el Tirante el Blanco, aunque pertenece a literatura catalana, destaca por su realismo, verosimilitud gracias a la simplicidad y verismo naturalista.
Libros sentimentales: Tratan sobre el artificio de tratados y dicusiones de constitución escolástica. Los autores de estos libros normalmente también lo son de obras de lírica cancionerill. En estos libros aparecen estas poesías. El relato sucede en 1ª persona.
Se considera que el grupo genérico de los libros sentimentales comienza hacia 1440 con el Siervo libre de amor, de Juan Rodríguez del Padrón y termina a finales de siglo con Cárcel de Amor, de Diego de San Pedro.
La acción de reduce y esquematiza considerablemente. El amor es la pasión sin correspondencia, dentro del criterio de que el que más sufre es el mejor, en una perspectiva que actualmente se denomina romántica.
El Siervo libre de amor es el análisis psicológico-alegórico de un proceso amoroso que se presenta como tratado. Lo subjetivo o biográfico se subsume, y busca un sentido universal (atemporal) donde se refuerza en la alegoría.
La Cárcel de Amor cuenta una triste historia de amor, desarrollada en un ambiente de malos augurios.
- La sátira de costumbres:
La sátira es una composición en verso (aunque también las hay en prosa), que censura vicios o defectos individuales o colectivos (Sátira contra los malos escritores, de Jorge Pitillas). En principio la sátira está pensada para la diversión, su propósito principal no es el humor en sí mismo, sino un ataque a una realidad que desaprueba el autor, usando para este cometido el arma de la inteligencia. La sátira se suele valer del humor de la anécdota y del ingenio para ridiculizar defectos sociales o individuales. Recursos habituales en la sátira:
· La reducción de alguna cosa para hacerla parecer ridícula, o examinarla en detalle para hacer destacar sus defectos.
· La exageración o hipérbole: se toma una situación real y se la exagera hasta tal punto que se convierte en ridícula. La caricatura utiliza esta técnica.
· La yuxtaposición que compara cosas disímiles: el ayer y el hoy, la juventud y la vejez, etcétera, de forma que una adquiere menor importancia.
· La parodia o imitación burlesca de las técnicas o estilo de una persona, de forma que se vea ridiculizada. Este genero literario.
La obra más representativa de la sátira de costumbres del siglo XV es el Corbacho, de Alfonso Martínez de Toledo. Trata el amor desde una perspectiva cristiana y anticortesana, e incorpora mucho prejuicios contra las mujeres muy comunes en la época.
Teatro:
A mediados del XV comienza a surgir una tradición dramática en castellano. La actividad teatral se halla vinculada en este momento a los lugares en los que se desarrollan las diversiones populares o las celebraciones religiosas. A final de siglo, el teatro se introduce también en los palacios, donde se realizan los festejos cortesanos.
Autores importantes: Gómez Manrique (1412-1490) en el teatro religioso y Juan del Encina (1469-1529), quien además desarrolla una temática profana. Pero, sin duda, la obra dramática más importante de esta época es La Celestina, de Fernando de Rojas.
El teatro en el siglo XV se puede clasificar en tres apartados:
Textos de dudosa condición dramática.
Nos encontramos con las Danzas de la muerte, de mediados o finales del siglo XIV. A diferencia de la tradición europea que presenta una muerte más abstracta, nuestra Danza la personifica, esto ha hecho pensar en el ángel de la muerte de la tradición musulmana que aparece personificado. No se está muy seguro del carácter dramático de la obra, aunque hay documentos que dicen que se representaba en la corte de Borgoña. Hay elementos que nos hacen pensar que se representaban, pero otros apuntan en dirección opuesta. El texto muestra la muerte comod estrucción y así el miedo aumenta.
En literatura provenzal se dan composiciones de trovadores, donde hay debates y luchas dialécticas. Pueden ser reales o fingidas. Normalmente, en Castilla nos poetas hacían composiciones separadas incluidas en cancioneros, con juegos de ingenio.
Otros textos conservados en los cancioneros del siglo XV son: unas Coplas de Portocarrero, de dudoso carácter dramático, pues aunque su inicio así lo promete, más adelante desaprovecha tal oportunidad quedándose en un tipo de lírica cancioneril muy de la época.
Fiestas y celebraciones de carácter cortesano:
Contienen ciertos gérmenes dramáticos que pudieron influir en el posterior desarrollo del teatro. Muchas veces a los caballeros se los disfrazaba de combatientes, uno de cristiano y el otro de musulman, y así representaban una pseudobatalla con un principio de ficción.
Otra celebración muy representativa del siglo XV eran los momos de la segunda mitad del siglo. Trataban de fiestas de disfraces, donde no había texto hablado, o dialogado. No solían tener un texto prefijado, pero hay un Tratado que fizo Gómez Manrique para momos que incluye un texto recitado. De aquí podemos sacar las características del momo, su carácter circunstancial, su organización radial y la falta de dialogo. Aquí encontramos dos obras de Gómez Manrique (1460 y 1470), son las Coplas fechas para Semana Santa y Representación del Nacimiento de Cristo.
Las Coplas se basan en el llanto de la Virgen y el de San Juan a través del cual se nos cuenta la Pasión del Señor: Su estructura simétrica se basa en la alternancia de intervenciones corales alternadas con otras individuales, en forma de estampas que impiden el diálogo. A pesar de todo esto la obra rebosa ternura y fina emoción.
Piezas dramáticas:
1. Juan del Encina (1468-1529).
La obra de Juan de la Encina representa la materialización en textos de las corrientes del teatro medieval castellano.
Sus obras se dividen en dos épocas:
- las incluidas en su propio Cancionero de 1496.
- su última producción dramática.
En su temática se distingue, también, entre:
obras de carácter religioso
obras de carácter profano.
Su obra dramática es sólo parte de su producción literaria, y se compone de catorce piezas, todas representaciones de asunto religioso o profano, en un acto y en verso, de pocos personajes de los cuales el Pastor es el protagonista, la escenografía es simple y pobre en aparato Habla sobre la Navidad en general.
En la segunda etapa del teatro de Encina, ya de madurez, comprende tres "Eglogas" publicadas después de 1507, donde cambia el tema, el diálogo y los caracteres de la obra, denotando la influencia de su estancia en Italia con una concepción del mundo más vitalista y paganizante iniciadora del renacimiento
Partiendo de formas completamente líricas, va introduciendo éstas en las construcciones dramáticas. La música, llega en la obra de Encina a identificarse con la letra.
Esa sencilla técnica a base de unos diálogos y la disposición para visitar un lugar, solucionándose en el motivo lírico del villancico que esfuma los contornos plásticos de las figuras es característica en esta época primitiva de la escena.
Lucas Fernández (1474-1532).
Se compone de tres obras de carácter profano y tres de carácter religioso. Se mueven dentro del universo pastoril creado por Encina, del que se detectan influencias, aunque Fernández tiende a intensificar el papel de los pastores y a minimizar el motivo religioso. Además, sus pastores presentan variantes de los de Encina:
- son más realistas, en cuanto no están tan idealizados como los de Encina,
- carecen de sutilezas sentimentales,
- no son reflejo autobiográfico,
- plantean, más abiertamente, la idea de competencia entre corte y aldea.
Fernández era un temperamento más fervientemente devoto que Encina y sus obras religiosas rebosan ingenua y poética piedad. Prescinde de las alusiones personales de las églogas de Navidad de Encina y tiende a una mayor condensación de contenido. En las farsas pastoriles su punto fuerte estaba en el tono apasionado y dinámico.
La obra maestra de este autor pertenece al ciclo de la Pasión. En el Auto de la Pasión.
gracias
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